En primer lugar para hablar de este fenómeno debemos situarnos en el año 1995, contexto en el que el desorden, la corrupción y la inseguridad comienzan a vislumbrarse como un problema grave para el bienestar de miles de gallegos que residían en lo que en una época anterior era un paraíso. Los planes de retorno empezaron a rondar en las cabezas de muchos patriarcas gallegos que ya habían echado raíces en el país latinoamericano. El punto de inflexión llega en el año 1999 con la llegada al poder de un nuevo régimen que suscita temores e incertidumbre. No es el “leitmotiv” de este artículo hacer un análisis de la ya tan conocida y debatida situación a las que se avocó Venezuela tras esa fecha extendiéndose por más de 15 años. Lo que nos ocupa es analizar de manera breve el fenómeno del retorno, de esas segundas e incluso terceras generaciones que bendicen a sus antecesores por darles la oportunidad de tener una vía de escape gracias a su condición europea.
Sin embargo, sobre “el retornado” confluyen a la vez sensaciones de “acomodo” y de “riesgo”, erigiéndose además como ineludibles las cuestiones acerca de su inserción en un territorio que habiendo formado parte de su identidad, solo era un simbolismo más no una realidad patente para el caso de las ulteriores generaciones. En el caso de los oriundos gallegos, no se escapan tampoco de ese temor de regresar a una tierra que siendo la suya, ahora le es extraña. Y están ustedes ahora sintiéndose identificados con esa sensación, porque todos los que son “retornados” comparten esa inquietud que los hace unirse en la distancia porque nadie mejor que ustedes para definir el sentimiento de pertenencia a dos mundos, a veces, tan contrapuestos.
Y resulta que la historia se repite, nuestros padres y abuelos llegaron a ser grandes emprendedores en el país de acogida, aprovecharon las bondades que el país les brindó, lucharon, trabajaron incesantemente para amasar un patrimonio que ahora retorna a Galicia, en forma de valiosos recursos, los humanos, encarnados en sus generaciones que ahora también emprenden en la tierra prometida: Galicia.
Todo es un ciclo, la historia se repite a la inversa y cada vez aumenta la cifra de emigrantes retornados impulsados por el mayor éxodo de la historia de Venezuela. En Galicia hay una profunda cultura emprendedora que se ha transmitido a sus vástagos, iniciándose en el núcleo familiar, y extendiéndose a verdaderas redes de comercio. Siendo así, se debe aprovechar este valor añadido en la experiencia migratoria de estos retornados para contribuir al desarrollo de la nación a la que de cierto modo, siempre han pertenecido pero que ahora les acoge de facto.
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Elisa Fernandez Feijoo
Asesora en migraciones y emigrante gallega retornada.
Buenas tardes soy gallega de nacimiento y quiero regresar a Galicia con mis hijos por favor comenta si hay algun tipo de ayuda para tal fin
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